Versiòn Infobae.
En los últimos minutos, se registró un nuevo ataque con explosivos en contra de una tanqueta del Ejército Nacional en la zona de Beyotes, en el municipio de Tame, Arauca. Las autoridades le atribuyen este atentado al ELN, quienes habrían atravesado un bus en la carretera, el cual fue utilizado como señuelo para despistar a los uniformados. Poco tiempo después a la explosión, un ataque de fusil también encendió las alarmas.
Sin embargo, de momento no se tiene registro de que haya personas heridas en el sector ni tampoco víctimas mortales. Por su parte, la defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, rechazó estos hechos que generan consternación en la comunidad.
“Inaceptable ataque con explosivos contra @COL_EJERCITO en Arauca hace pocos minutos. La violencia nunca será el camino. Exigimos respeto absoluto a la vida y derechos humanos de todas las personas. Afortunadamente, según el primer reporte, no hay heridos ni víctimas fatales”, comentó la defensora en sus redes sociales.
Este nuevo atentado se presenta tan solo cuatro días después del ataque a en contra de la base militar de Puerto Jordán, Arauca, que dejó tres soldados muertos y más de 30 heridos. Varios de ellos fueron dados de alta, pero otros se mantienen en cuidados intensivos y otros en observación.
El ELN se atribuyó este ataque terrorista.“Informamos que el martes 17 de septiembre, a las 11:30 a. m., unidades operacionales del FGO, Frente de Guerra Oriental, atacaron el Cantón militar de la Fuerza de Tarea Quirón, ubicado en Puerto Jordán de Arauquita, Arauca. El fuerte militar ubicado en el centro del departamento fue atacado con artillería propia”, comentó.
Y agregó que “nuestra inteligencia conoce de más de 30 bajas entre oficiales, suboficiales y soldados profesionales, entre muertos y heridos. La Fuerza de Tarea Quirón ha estado al mando del Brigadier General, Javier Hernando Africano López, dedicado a custodiar y proteger a la banda de alias Pescao, a quien usan para su plan mercenario como paramilitares, refugiado ahora en las cercanías de este Cantón, en la vereda Palestina situada a 9 kilómetros de distancia”.
Enrique Valencia, uno de los uniformados que por fortuna ya salió del Hospital Militar en Bogotá, quien en el día del atentado estaba recibiendo instrucción, aseguró que “nosotros pensamos que era en polígono, porque como están haciendo polígono. Y después, ya cuando sonó el segundo, (cilindro bomba) que es donde estábamos nosotros, ahí ya fue que todo el mundo empezó a correr y todo, yo caí herido y solamente pensaba, pues que me ayudaran”.
El soldado confesó que pensó que iba a morir. “Yo estaba muy asustado, porque pensé en un momento que iba a perder la vida, porque mi herida fue en la cabeza”, indicó.
Con base a los momentos de angustia después de la explosión, el uniformado relató que “todo el mundo estaba asustado, todos salieron a correr, igual yo, intenté ir al paso de ellos, pero estaba herido y más adelantito, me llegaron a ayudar y me llevaron al dispensario (…) ya el resto de los soldados, que salieron heridos, pues ellos sí gritaban ayuda, gritaban de dolor (…) fue una lluvia de bombas”.