Kinsasa (EFE).- Más de 2.000 cadáveres se han enterrado en la ciudad de Goma, en el noreste de la República de Democrática del Congo (RDC), y sus alrededores tras los combates entre el Ejército congoleño y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) de la semana pasada, según un portavoz del Gobierno de la RDC.
«Los servicios del Ministerio de Sanidad me han informado de que se han enterrado más de 2.000 cadáveres, para que se hagan una idea de las masacres que se han cometido en la ciudad», dijo anoche el portavoz gubernamental, en declaraciones que recogen este martes medios locales.
Por su parte, un representante del departamento de Interior ha advertido de que esta cifra no tiene en cuenta el número de personas que han sido sepultadas en fosas comunes.
El Gobierno congoleño denuncia «secuestros forzosos»
El número aportado por el Gobierno congoleño es significativamente mayor que el avanzado este lunes por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que cifraba en 900 las víctimas mortales los combates en Goma y sus alrededores.
Además en su informe, la OCHA alertaba de que «todavía muchos cadáveres cubren las calles de la ciudad» y precisaba que 2.880 heridos fueron atendidos en centros médicos entre el 26 y el 30 de enero, un cifra que la OMS elevó a 2.958.
Por otra parte, el Gobierno congoleño también ha denunció que en Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, se están produciendo «secuestros forzosos para obligar a los jóvenes a unirse al movimiento terrorista».
El portavoz ha advertido de que «no permitiremos que nuestra población siga bajo el yugo de quienes la han masacrado impunemente».
Los rebeldes declaran un alto el fuego
Mientras, el grupo rebelde M23 declaró este lunes un alto el fuego por motivos humanitarios en el este de la RDC a partir de este martes, una semana después de tomar Goma, capital de unos dos millones de habitantes y donde tienen su sede ONG internacionales e instituciones de las Naciones Unidas.
En un comunicado, la Alianza Río Congo (AFC-M23, en francés), coalición político-militar de la RDC que integra al M23, afirmó que «en respuesta a la crisis humanitaria provocada por el régimen de Kinsasa, declara un alto el fuego a partir del 4 de febrero de 2025, por razones humanitarias».
El lunes se cumplió una semana desde que el M23 -grupo armado formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- ocupara Goma, ciudad que los rebeldes ya controlaron durante diez días en 2012, antes de que la presión internacional forzara su retirada.
Esta ofensiva ha incrementado la tensión con la vecina Ruanda, ya que el Gobierno congoleño acusa a Kigali de apoyar al M23, un extremo que ha confirmado la ONU.
Acusaciones de Ruanda
Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo fundado en 2000 por cabecillas del genocidio y otros ruandeses exiliados para recuperar el poder político en su país, una colaboración que también ha sido corroborada por la ONU.
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte y, desde entonces, avanzó por varios frentes hasta alcanzar Goma.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).