Dar es Salam, (EFE).- Los líderes de la Comunidad de África Oriental (EAC, en inglés) y la Comunidad de Desarrollo de África Meridional (SADC) abogaron este sábado por una «solución diplomática» y no a través de las armas del conflicto en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC).
«Debemos resistir la tentación de pensar que, ante una situación tan compleja, podemos encontrar una solución a tiros o bombazos», dijo el presidente de Kenia, William Ruto, durante la apertura de la cumbre que celebran los dos bloques regionales -de 8 y 16 países, respectivamente- este sábado en Dar es Salam, capital económica de Tanzania.
«En lugar de ello, debemos ponernos de acuerdo en que solo un enfoque diplomático integral, que aborde las causas profundas de la crisis, garantice (…) la integridad territorial de la RDC y afirme la soberanía de su pueblo y sus aspiraciones de libertad, justicia y desarrollo, establecerá una paz duradera», añadió Ruto.
Kenia encabeza la cumbre
El mandatario keniano encabeza la cumbre -precedida de una reunión ministerial este viernes- junto con su homólogo de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, al ejercer los dos líderes la presidencia rotatoria de la EAC y de la SADC, respectivamente.
«Hoy, nos unimos para reiterar nuestros llamamientos a las partes de este trágico conflicto para que pongan fin de inmediato a las hostilidades», aseveró Ruto, al destacar que «un alto el fuego inmediato es la única manera de crear las condiciones necesarias para un diálogo constructivo y la aplicación de un acuerdo de paz integral».
Asimismo, el presidente keniano recordó que «el coste humanitario del conflicto en la RDC es enorme, millones de civiles se han visto desplazados y muchas personas viven bajo la persistente amenaza de la violencia, incluida la violencia sexual y de género contra mujeres y niños y el reclutamiento de éstos para participar en los combates».
Zimbabue destaca el impacto en la región
Por su lado, el presidente de Zimbabue destacó: «La creciente inestabilidad y el número cada vez mayor de desplazados internos tienen consecuencias de largo alcance, no solo para la población de la RDC, sino también para nuestras regiones y para el continente en su conjunto».
Además de Ruto y Mnangagwa, la cumbre cuenta con la asistencia de la presidenta del país anfitrión, Samia Suluhu Hassan y sus homólogos de Uganda, Yoweri Museveni; Somalia, Hassan Sheikh Mohamud; Zambia, Hakainde Hichilema; y Ruanda, Paul Kagame; así como el primer ministro de Burundi, Gervais Ndirakobuca.
El presidente congoleño participa de manera virtual
Por su lado, el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, participa de manera virtual en el encuentro y ha enviado en su lugar a su primera ministra, Judit Suminwa.
También acuden al encuentro en representación de sus jefes de Estado los ministros de Asuntos Exteriores y otras carteras de Angola, Sudán del Sur, Malaui, Madagascar y Sudáfrica, si bien el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, informó de que partió la mañana de este sábado también hacia Dar es Salam.
Queda así descartada la posibilidad de un encuentro en persona entre Tshisekedi y el presidente ruandés, a cuyo país la RDC acusa de avivar el conflicto apoyando al grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).
«Debemos confiar en que de esta reunión saldrán propuestas y medidas concretas», subrayó la mandataria tanzana, antes de que los dirigentes se retiraran a deliberar a puerta cerrada.
3.000 muertos y cientos de desplazados
La reunión tiene lugar después de que el M23 tomara el pasado 27 de enero Goma, estratégica capital de la provincia nororiental congoleña de Kivu del Norte, tras días de intensos combates con el Ejército de la RDC que han provocado casi 3.000 muertos y cientos de miles de desplazados, según las Naciones Unidas.
La ofensiva del M23 -grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- ha incrementado la tensión con la vecina Ruanda, ya que el Gobierno congoleño acusa a Kigali de apoyar al M23, un extremo que ha confirmado la ONU.
Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), grupo fundado en 2000 por cabecillas del genocidio y otros ruandeses exiliados para recuperar el poder político en su país, una colaboración también corroborada por la ONU.
El M23
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte.
Desde entonces, avanzó por varios frentes hasta alcanzar Goma, capital de unos dos millones de habitantes donde tienen sede ONG internacionales e instituciones de la ONU.
No es la primera vez que el M23 ocupa Goma: los rebeldes ya capturaron la ciudad durante diez días en 2012, antes de que la presión internacional forzara su retirada.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU en el país (Monusco).