Austin (EE.UU.) (EFE).– La nueva ley fiscal aprobada este martes por el Senado de Estados Unidos inyectará miles de millones de dólares al proyecto antimigratorio del presidente Donald Trump.
Con este presupuesto, que el mandatario republicano ha calificado como una «ley grande y hermosa», el mayor gasto del Gobierno en materia de agencias de seguridad se destinará, por amplio margen, a inmigración: será ocho veces mayor que todo el presupuesto del FBI y 13 veces superior al de la DEA.
La votación en el Senado devolvió el proyecto a la Cámara de Representantes, donde debe se revisado de nuevo y conseguir la aprobación para convertirse en ley.
Con un gasto de casi 170.000 millones de dólares en cuatro años, el Gobierno aumentará la cantidad de agentes de migración -con unos 20.000 nuevos puestos-, construirá nuevos centros de detención para migrantes e invertirá en tecnologías de vigilancia, incluida la inteligencia artificial.
En concreto, la ley contempla más de 64.000 millones de dólares para la construcción del muro fronterizo y 70.000 millones más destinados a la detención de migrantes, lo que incluye la construcción y el mantenimiento de los centros de retención y el transporte de los deportados.