En un encuentro con colombianos deportados desde Estados Unidos, la canciller Laura Sarabia reconoció este jueves que el Gobierno ha tenido que hacer “malabares financieros” para cumplir con los vuelos humanitarios que han traído de regreso al país a más de 2.200 connacionales en los últimos tres meses.
Estas operaciones de repatriación se dieron tras una crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos. A finales de enero, el presidente Petro se negó a aceptar vuelos militares estadounidenses que transportaban migrantes colombianos deportados, en protesta por lo que consideró un trato indigno a sus compatriotas.
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La tensión llevó al expresidente Donald Trump a anunciar medidas punitivas contra Colombia, incluyendo aranceles de hasta el 50% sobre productos de exportación, restricciones a la expedición de visas y sanciones financieras.
La situación escaló hasta el punto en que se habló de una posible ‘guerra comercial’ entre ambos países. Finalmente, tras negociaciones contrarreloj, Bogotá y Washington llegaron a un acuerdo que permitió la reanudación de los vuelos, esta vez gestionados por el propio Gobierno colombiano, en aeronaves de su Fuerza Aérea y bajo condiciones que respetaran la dignidad de los retornados.
“Vienen nuestros connacionales desde EE. UU. libres, dignos, sin estar esposados”, escribió Petro en su cuenta de X el pasado 28 de enero, junto con imágenes de los deportados a bordo de los aviones. Ese mismo día llegaron los primeros 201 colombianos, en un gesto que destrabó la disputa y permitió que Washington reconsiderara las sanciones anunciadas.
Durante el almuerzo ofrecido este jueves en la Cancillería, varios de los deportados compartieron sus historias, muchas marcadas por la falta de oportunidades en Colombia y el deseo de buscar un futuro mejor en el extranjero. Las narraciones emocionaron a los asistentes y reafirmaron, según Sarabia, la importancia de continuar con el esfuerzo institucional de repatriación.
“Ha valido el sacrificio, las conversaciones con Estados Unidos y con todas las entidades que han aportado su granito de arena”, aseguró la canciller.
Al evento asistieron también la representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Mireille Girard; el delegado de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Fernando Mendina; y funcionarios de los ministerios de Trabajo y Salud, el Departamento de Prosperidad Social, la Alcaldía de Bogotá, la Defensoría del Pueblo y el Sena.