Fuertes enfrentamientos armados se registran desde hace varias horas en zonas rurales del municipio de Bolívar, al sur del Cauca, entre tropas del Ejército Nacional y estructuras de las disidencias de las Farc y del ELN. Según reportes de habitantes, las confrontaciones han dejado muertos y heridos, aunque las cifras aún no han sido confirmadas por las autoridades.
Los combates se concentran en los corregimientos de Trujillo, El Rodeo y El Morro, así como en las veredas El Venero, Ojo de Agua y Mata de Puro, territorios ubicados en una zona estratégica del Macizo Colombiano. Los habitantes denuncian un ambiente de profundo temor, con comunidades confinadas en sus casas, actividades suspendidas y una creciente amenaza de desplazamiento forzado.
Organizaciones sociales y líderes locales hacen un llamado urgente al Gobierno Nacional y a los organismos humanitarios para que intervengan de manera inmediata, garanticen la protección de la población civil y activen corredores humanitarios. La situación en Bolívar evidencia el grave deterioro de la seguridad en varios municipios del Cauca, donde la presencia de grupos armados ilegales sigue afectando de forma crítica a las comunidades rurales.
Las operaciones militares en el municipio de Bolívar, Cauca, se mantienen de forma permanente tras los recientes enfrentamientos con disidencias de las Farc y estructuras del ELN en varias zonas rurales del sur del departamento. Según fuentes oficiales, las tropas del Ejército Nacional no han cesado sus acciones en los corregimientos de Trujillo, El Rodeo y El Morro, así como en veredas como El Venero, Ojo de Agua y Mata de Puro, donde se han concentrado los combates más intensos.
La continuidad de la ofensiva obedece a la detección de nuevas amenazas de atentados terroristas por parte de los grupos armados ilegales, quienes estarían planeando ataques contra la fuerza pública y la infraestructura estratégica de la región. Las autoridades han reforzado la presencia militar en puntos críticos del Macizo Colombiano, mientras se trabaja de manera coordinada con organismos de inteligencia y autoridades civiles para prevenir nuevas acciones violentas.
Entretanto, persiste la preocupación entre las comunidades campesinas e indígenas de la zona, que han quedado en medio del fuego cruzado. Muchas familias permanecen confinadas por temor a los enfrentamientos y al riesgo de desplazamiento forzado. Líderes sociales insisten en la necesidad de asistencia humanitaria urgente y de una respuesta estatal integral que priorice la protección de la vida y el respeto al derecho internacional humanitario.