Fueron decomisados más de 1.650 cartuchos de munición y 35 proveedores en La Macarena. Autoridades advierten sobre intentos de escalar la violencia en la región.
La Fuerza de Tarea Conjunta Omega del Ejército Nacional incautó un importante cargamento de armamento en el municipio de La Macarena, Meta, compuesto por más de 1.650 cartuchos de diferentes calibres y 35 proveedores. De acuerdo con las autoridades, este material bélico tenía como destino su uso en ataques terroristas contra la población civil y la Fuerza Pública.
“Más de 1.650 cartuchos de munición de diferentes calibres para armas de fuego de largo y corto alcance y 35 proveedores fueron incautados por la Fuerza de Tarea Omega del Ejército Nacional, en La Macarena. Este material sería distribuido y utilizado con el propósito de realizar ataques terroristas en contra de la población civil y la Fuerza Pública. No lo vamos a permitir, en el Meta no cedemos”, declaró la alcaldesa de La Macarena, quien destacó la labor de las tropas desplegadas en el área.
El decomiso representa un nuevo golpe a las estructuras armadas ilegales que operan en la región, muchas de ellas vinculadas con el narcotráfico y que buscan consolidar corredores estratégicos para el transporte de drogas, armas y dinero ilícito. En particular, las disidencias de las FARC han intentado reconfigurar su poder en la zona mediante el uso de la intimidación, la violencia y el control social en comunidades vulnerables.
Por su parte, la gobernadora del Meta expresó su respaldo a las acciones del Ejército y envió un mensaje de reconocimiento a los uniformados: “Todo mi agradecimiento a la Fuerza de Tarea Omega del Ejército, quienes gracias a su empeño han evitado una escalada terrorista de grandes proporciones en el Meta”.
El departamento del Meta ha sido históricamente uno de los más golpeados por el conflicto armado y el narcotráfico. En los últimos años, las autoridades han intensificado las operaciones militares y de inteligencia para contener el accionar de grupos armados ilegales, que además de los atentados, se han visto implicados en actividades como el secuestro, la extorsión y el reclutamiento forzado de menores.
Expertos en seguridad señalan que aunque los operativos han debilitado parcialmente a estas organizaciones, su capacidad de adaptación y su financiación a través del narcotráfico continúan representando una amenaza para la estabilidad regional.