En un hecho de gran relevancia para la estabilidad y la búsqueda de soluciones pacíficas en el suroccidente del país, líderes y lideresas del Cañón del Micay, la zona cordillera y la zona sur del municipio de El Tambo se reunieron con una comisión del Gobierno Nacional, organismos internacionales y autoridades regionales, con el fin de concertar una ruta de diálogo que permita atender las problemáticas expuestas por las comunidades movilizadas.
Durante el encuentro, en el que participaron los viceministerios del Interior y Defensa, el Departamento de Prosperidad Social, la Dirección de Sustitución de Cultivos, la Defensoría del Pueblo regional Cauca, la Alcaldía de El Tambo, el representante a la Cámara Juan Pablo Salazar, así como delegados de la Misión de Verificación de Naciones Unidas y la MAPP-OEA, se acordó la instalación de una mesa de coordinación el 26 de junio a las 6:00 p. m., en la Secretaría de Gobierno Departamental, en el marco del Decreto 003 de 2021 que protege el derecho a la protesta social.
Asimismo, se definió la realización de un Puesto de Mando Unificado (PMU) de carácter virtual hoy sábado 28 de junio a las 8:00 a. m., y un pronunciamiento oficial por parte del Viceministerio de Diálogo Social, en el cual se ratifiquen las garantías a la movilización pacífica y se rechacen los señalamientos y estigmatizaciones contra el campesinado y las comunidades afrodescendientes del sector. La comunidad denunció que han sido injustamente vinculadas con hechos delictivos, situación que ha generado afectaciones a sus derechos y dignidad.
De igual manera, se acordó que antes del 2 de julio se dará respuesta formal a la solicitud de realizar una reunión de alto nivel con presencia del presidente de la República y su gabinete en el municipio de El Tambo, con el fin de instalar una mesa de diálogo integral. Para este encuentro, se adelantará una preparación metodológica con al menos 15 días de antelación, a cargo de una comisión mixta entre gobierno y comunidades.
Este acuerdo representa un avance concreto en la búsqueda de salidas concertadas a las tensiones sociales del territorio, y refuerza la importancia del diálogo como herramienta fundamental para la construcción de paz y desarrollo en regiones históricamente olvidadas.