Hoy es Martes 22 de Abril de 2025: Es el dìa de la tierra, es el dìa mundial de las disquerìas y día mundial de las tiendas de discos.
Frase para hoy: “Nadie puede crecer si no acepta su pequeñez.” Del Papa Francisco.
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… La Iglesia católica en Popayán ha recibido con profundo pesar la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, un líder espiritual que marcó un hito en la historia contemporánea de la fe. Desde el corazón del suroccidente colombiano, el clero y la comunidad creyente han reconocido el valor de su mensaje de humildad, justicia y cercanía con los más necesitados. Las homilías, eucaristías y expresiones públicas de los sacerdotes y fieles han resaltado la conexión entre los principios del pontífice y las realidades sociales del Cauca, especialmente en lo que respecta a la paz, la inclusión y la defensa de la vida. El Papa Francisco fue visto en Popayán como un pastor que supo leer los signos de los tiempos y que habló con valentía frente a la violencia, el abandono estatal y la exclusión que tanto afecta a esta región.
Desde la Arquidiócesis de Popayán se ha hecho un llamado a honrar su memoria manteniendo viva su enseñanza, particularmente en los esfuerzos por construir una Iglesia más sinodal, abierta y comprometida con la justicia social. En las iglesias de la ciudad, se han convocado actos litúrgicos y momentos de oración por su alma, y no han faltado mensajes que invitan a continuar su legado a través del servicio humilde y la opción preferencial por los pobres. En una ciudad con tanta tradición católica como Popayán, la figura del Papa Francisco trasciende lo doctrinal para convertirse en inspiración de vida comunitaria y testimonio de una fe que busca transformar el mundo desde la compasión y la esperanza.
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… Después de 16 meses de gestión, la administración del alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo en Popayán enfrenta el momento clave de transición entre la planificación y la ejecución. La ciudadanía espera que el gobierno local pase de los anuncios a los hechos, con resultados concretos que respondan a las necesidades urgentes de la ciudad. La aprobación e implementación efectiva del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) es una de las tareas más urgentes, ya que de este dependen decisiones clave sobre el crecimiento urbano, el uso del suelo y la articulación de proyectos de vivienda, espacio público y sostenibilidad ambiental. No puede haber más dilaciones: el POT debe ser una herramienta técnica, pero también una apuesta política decidida por el futuro de Popayán.
Asimismo, el fortalecimiento financiero y técnico de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Popayán requiere decisiones inmediatas. Se necesitan recursos frescos, provenientes tanto del presupuesto local como de alianzas con el nivel nacional e incluso cooperación internacional, para garantizar la sostenibilidad del servicio y avanzar en cobertura y modernización. A esto se suma el reto de definir el futuro de EMTEL, una empresa pública estratégica que tiene que ser protagonista y necesita una reestructuración profunda para recuperar su papel en el ecosistema de telecomunicaciones y tecnología de la ciudad. La administración debe tomar decisiones audaces, acompañadas de transparencia, técnica sólida y participación ciudadana.
Por último, el relacionamiento con el gobierno nacional será decisivo para atraer inversión en proyectos de vivienda y obras de infraestructura vial que conecten mejor a Popayán con el Cauca y el resto del país. Las promesas de apoyo desde Bogotá deben traducirse en convenios, desembolsos y ejecuciones que impacten el territorio. El Plan de Desarrollo Municipal, recientemente aprobado, debe ser ahora el marco operativo de una gestión con resultados visibles, especialmente para los sectores más vulnerables. Popayán necesita liderazgo, gestión efectiva y voluntad política para hacer realidad las transformaciones que por años se han postergado. El momento de actuar es ahora.
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… La situación de seguridad en el departamento del Cauca continúa siendo alarmante y evidencia los graves vacíos en la implementación de la política de «paz total» del gobierno nacional. Mientras se insiste en los diálogos con distintos actores armados, en el territorio los hechos desmienten los discursos: ataques con drones, como el ocurrido recientemente en Santander de Quilichao, muestran una escalada en la capacidad ofensiva de los grupos ilegales, que operan con cada vez más impunidad. La población civil y la fuerza pública viven en zozobra permanente, sin respuestas efectivas por parte del Estado para garantizar el orden y la protección de la vida.
Desde la Gobernación del Cauca tampoco se percibe una estrategia sólida ni articulada para enfrentar la crisis de seguridad. Falta una política clara y contundente que priorice la convivencia ciudadana, el fortalecimiento institucional y el trabajo coordinado con alcaldías, comunidades y organizaciones sociales. En lugar de una presencia estatal integral, lo que reina es la fragmentación, el miedo y la incertidumbre. La paz no puede ser solo una apuesta discursiva desde Bogotá; debe construirse con hechos, inversión social, liderazgo territorial y una respuesta efectiva ante el accionar violento que hoy desangra al Cauca.
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… El gobierno del Cauca enfrenta una coyuntura decisiva que exige liderazgo real y capacidad de convocatoria. No basta con administrar desde el escritorio; se requiere presencia activa en el territorio, voluntad de escucha y una agenda clara que responda a los múltiples desafíos del departamento. La crisis de seguridad, la pobreza persistente, el rezago en infraestructura y la desconfianza institucional son síntomas de una deuda histórica que debe empezar a saldarse con acciones concretas y visión de largo plazo. El gobernador debe posicionarse como un articulador de voluntades, capaz de unir a los distintos actores en torno a un propósito común: el bienestar de las comunidades caucanas.
Uno de los grandes retos es construir puentes con la clase parlamentaria, el empresariado, los movimientos sociales, las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas, así como con las iglesias y las universidades. El Cauca no saldrá adelante si cada sector camina por su cuenta. Es necesario abrir canales de comunicación reales y efectivos, donde se escuchen propuestas, se reconozcan diferencias y se construyan acuerdos duraderos. La política del aislamiento o del cálculo electoral no sirve en un departamento que necesita decisiones audaces, consensuadas y que reflejen la pluralidad de voces presentes en su tejido social.
El llamado es a promover un verdadero diálogo social, amplio y sin exclusiones, que priorice la vida, el desarrollo rural, la inversión social y el respeto por la diversidad cultural. La paz y el progreso en el Cauca no se alcanzarán solo con medidas de seguridad o con anuncios desde Bogotá; requieren de liderazgo territorial comprometido, de confianza mutua entre la ciudadanía y el Estado, y de una visión compartida que ponga en el centro a las comunidades. El momento es ahora: o se construye colectivamente un nuevo camino, o se profundizan las fracturas que han marcado la historia del departamento.
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… Hoy, con el inicio de las tradicionales procesiones chiquitas en Popayán, es justo rendir un reconocimiento especial a la Fundación Pedro Antonio Paz, entidad responsable de preservar y fortalecer este legado cultural y espiritual que forma parte del alma de la ciudad. Gracias a su compromiso constante, niños y niñas tienen la oportunidad de vivir de cerca las tradiciones de la Semana Santa, encarnando desde temprana edad los valores de respeto, devoción y pertenencia que caracterizan a este patrimonio inmaterial de la humanidad. Las procesiones chiquitas no son solo un acto simbólico, sino una verdadera escuela de formación para las nuevas generaciones que desde ya sienten el llamado a mantener viva esta herencia.
La labor de la Fundación es invaluable, pues no solo organiza los eventos con rigurosidad y amor por los detalles, sino que también cultiva el sentido de identidad payanesa. Cada pequeño carguero, cada músico, cada personaje, es un futuro custodio de las grandes procesiones, y en ellos se refleja la continuidad de una tradición que ha unido a Popayán por siglos. Por eso, más que una actividad infantil, estas procesiones representan el inicio de una vocación, el paso de una generación a otra en el cuidado de una manifestación única de fe y cultura. Todo el respaldo institucional, comunitario y espiritual debe seguir acompañando esta hermosa tarea. Hay que salir a brindar el apoyo a las procesiones chiquitas por las calles del centro histórico de Popayàn.
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… La falta de liderazgo claro y articulador en el Cauca ha profundizado el aislamiento del departamento frente a los grandes debates y decisiones del país. En un contexto nacional donde las regiones que logran incidir son aquellas que se presentan unidas y con propuestas sólidas, el Cauca sigue rezagado, atrapado en divisiones internas, ausencia de vocerías fuertes y falta de una visión compartida. Este vacío de liderazgo no solo debilita la capacidad de gestión ante el gobierno central, sino que también desmoraliza a las comunidades que sienten que su voz no es escuchada ni respetada.
Es urgente que todos los sectores del departamento —sociales, económicos, académicos, políticos, comunitarios e institucionales— se convoquen alrededor de una agenda común que priorice la vida, la inversión, el desarrollo rural y la inclusión social. El Cauca necesita más que nunca referentes que unan, que escuchen y que inspiren confianza en medio de la crisis. No se puede seguir permitiendo que los liderazgos se fragmenten por intereses personales o partidistas, mientras las necesidades de la gente quedan relegadas. La construcción de consensos no implica uniformidad, pero sí voluntad de sumar fuerzas por el bien común.
Recuperar el liderazgo del Cauca en el escenario nacional es también una forma de dignificar la historia del departamento y proyectar su potencial hacia el futuro. Con una población rica en diversidad cultural, una juventud creativa, recursos naturales valiosos y una tradición intelectual destacada, el Cauca tiene todo para ocupar un lugar protagónico. Lo que falta es decisión, cohesión y visión estratégica. Es momento de dejar atrás la indiferencia y pasar a la acción colectiva, porque el liderazgo que se necesita no vendrá de afuera: debe construirse desde el corazón del mismo territorio.
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… La reciente visita de la vicepresidenta Francia Márquez Mina a Popayán, en el marco de la Semana Santa, dejó más imágenes simbólicas que compromisos concretos. Aunque su presencia en los actos religiosos fue destacada por algunos sectores, lo cierto es que la ciudadanía esperaba algo más: anuncios de inversión, presencia institucional efectiva y, sobre todo, una postura firme para exigirle al gobierno nacional respuestas claras frente a los múltiples desafíos que enfrenta el Cauca. La ausencia de acción dejó una sensación de distancia entre el discurso del “gobierno del cambio” y las verdaderas prioridades del territorio.
Francia Márquez, siendo caucana y ocupando la segunda magistratura del país, está llamada a jugar un papel protagónico en la articulación de agendas que beneficien directamente a su región de origen. Sin embargo, hasta ahora no se ha logrado consolidar ese liderazgo transformador que muchos esperaban. La desconexión entre su figura y las urgencias del Cauca —como la seguridad, la inversión social, el fortalecimiento institucional y la infraestructura— preocupa a quienes aún creen que desde su cargo podría hacer una diferencia real. La esperanza que alguna vez despertó su llegada al poder se ve empañada por la falta de resultados tangibles en el departamento.
Es momento de que la vicepresidenta asuma un rol más activo, no solo protocolario, en la defensa del Cauca ante el gobierno nacional. El territorio necesita vocerías firmes que gestionen recursos, promuevan el diálogo y visibilicen las urgencias de una región históricamente marginada. Su liderazgo debe trascender lo simbólico y convertirse en acción concreta para que el “gobierno del cambio” cumpla su promesa de transformar realidades. El Cauca no puede seguir esperando ni conformándose con visitas ocasionales: requiere compromiso, presencia constante y resultados.
Frase para hoy Martes: “La vida es un viaje. Cuando paramos, las cosas no salen bien.” Del Papa Francisco.
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Editorial: De luto se encuentra la iglesia católica ante el fallecimiento de su santidad, el Papa Francisco, quien participò de algunas de las actividades de la Semana Santa y murió en la mañana del lunes de pascua. Hay gran tristeza.
El legado del Papa Francisco para el mundo es profundamente transformador y humano. Su papado, iniciado en 2013, se distinguió por un enfoque pastoral centrado en la misericordia, la inclusión y la justicia social. Fue el primer papa latinoamericano y jesuita, y desde el principio rompió con tradiciones, eligiendo vivir en la residencia de Santa Marta en lugar del palacio apostólico, y enfatizando la sencillez y cercanía con el pueblo. Francisco representó un viraje hacia una Iglesia que acompaña, escucha y consuela, especialmente a los marginados, a los migrantes, a los pobres y a las víctimas de abusos.
Uno de los elementos más recordados de su legado son sus frases célebres, cargadas de profundidad espiritual y compromiso ético. “¿Quién soy yo para juzgar?”, sobre la comunidad LGBTQ+, se convirtió en un símbolo de apertura. “Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, que una Iglesia enferma por encierro y comodidad”, expresaba su visión de una Iglesia en movimiento. Otras frases como “Esta economía mata” o “La indiferencia mata” revelan su crítica frontal al sistema económico global y a la falta de solidaridad humana. Estas palabras marcaron profundamente los debates públicos sobre ética, política y ecología.
Su posición frente a la guerra y la paz fue clara y coherente: la paz era un imperativo moral, y la guerra, una tragedia provocada por el poder, la codicia y la industria armamentista. Denunció abiertamente los conflictos en Siria, Ucrania, Tierra Santa, Yemen y otras regiones del mundo, sin ambigüedades, y apeló al diálogo como camino posible. Incluso frente a la amenaza nuclear y el rearme global, sostuvo que “la guerra es siempre una derrota de la humanidad”. Abogó por la fraternidad universal como principio rector de las relaciones internacionales, articulado en su encíclica Fratelli Tutti.
Dentro de la Iglesia católica, el Papa Francisco impulsó un proceso de renovación profunda. Promovió una mayor sinodalidad, es decir, una Iglesia que escucha, dialoga y toma decisiones de manera participativa. Enfrentó con valentía los escándalos de abusos sexuales, aunque recibió críticas por no ir más allá en algunos casos. También desafió estructuras de poder dentro del Vaticano, reformó la curia romana y propuso una mayor inclusión de las mujeres, aunque sin romper aún con las restricciones históricas. Su encíclica Laudato Si’ fue un hito al poner la ecología integral en el centro del pensamiento cristiano contemporáneo.
Tras su muerte, se abre una etapa crucial para la Iglesia. Se enfrentan dos grandes retos: conservar el espíritu reformista y no retroceder en los avances pastorales, o bien, volver a una visión más conservadora impulsada por sectores que nunca estuvieron cómodos con su liderazgo. El sucesor de Francisco enfrentará la presión de continuar una Iglesia más cercana a los pobres y a los excluidos, mientras responde a los desafíos del secularismo, la pérdida de credibilidad y el distanciamiento de muchos fieles, especialmente jóvenes, en distintas regiones del mundo.
En definitiva, el Papa Francisco deja una huella imborrable en la historia no solo de la Iglesia, sino de la humanidad. Su legado no reside únicamente en reformas estructurales, sino en un testimonio de vida sencilla, de diálogo constante con el mundo moderno, y de una fe comprometida con la dignidad humana. Queda ahora en manos de la Iglesia y de los creyentes mantener vivo ese espíritu, construir puentes en lugar de muros, y ser verdaderamente “una Iglesia en salida”, como él tantas veces pidió. Su pontificado marcó un antes y un después en la manera de entender el Evangelio en el siglo XXI.
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Aporte del periodista Hemberth Paz Gòmez
Una semana santa violenta y reflexiva para el Cauca,