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El run run

Hoy es Domingo 09 de Febrero: Es el día nacional del periodista en Colombia, un especial saludo a quienes dedican su tiempo a este noble oficio. Es el día internacional de la pizza y es el día internacional del dentista.

 

Frase para hoy Domingo: “El periodismo que dignifica la profesión es aquel que sirve a la parte más noble del ser humano y aporta a la vida de la sociedad, que impulsa cambios y hace mejores a las personas”. Javier Darío Restrepo.

 

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… Hoy es el día nacional del periodista. Es una buena ocasión para recordar a los periodistas Silvio Sierra Sierra y Antonio Palechor Arèvalo, quienes se adelantaron y se encuentran disfrutando del reino eterno. Para sus familias nuestra  voz de solidaridad. También para recordar a Luis Carlos Campo, Catecampo, quien ha estado afectado en su salud. Es un día para saludar a todos los colegas en la ciudad de Popayàn, en el Cauca como en el resto del país.

Por què se celebra hoy el día del periodista? El viernes 9 de febrero de 1791 salió a las calles de Santafé el primer periódico impreso de la historia del entonces virreinato de Nueva Granada. Se llamaba el Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá y su creador era el poeta, ensayista e intelectual cubano Manuel del Socorro Rodríguez, quien había llegado a Colombia de la mano de su amigo, el entonces virrey José Manuel de Ezpeleta, como bibliotecario público de la Real Biblioteca de la ciudad (hoy conocida como la Biblioteca Nacional de Colombia).

No era la primera publicación periodística como tal, porque ya unos años antes, a raíz de un fuerte terremoto que sacudió a Bogotá el 12 de julio de 1785, habían visto la luz dos publicaciones impresas que pretendían informar sobre los sucesos de ese día: Aviso del Terremoto Sucedido en la Ciudad de Santafé y Gazeta de Santafé de Bogotá. Pero a diferencia de esas, que llegaron a tener unos tres números sin una periodicidad clara, el Papel Periódico fue la primera que logró consistencia (la imprimían cada semana y alcanzó a tener 265 números sin interrupción) y que se convirtió en un periódico propiamente dicho.

Hoy muchos consideran la publicación de Manuel Socorro Rodríguez el inicio del periodismo en Colombia y por eso, desde 1975 (a partir de la Ley 51), se celebra el 9 de febrero el Día del Periodista.
Época de tertulias​​

El periodismo de entonces era muy distinto al de ahora. En el Papel Periódico, por ejemplo, escribían sobre la vida cotidiana y social en las colonias, la actividad militar y política de España (la metrópoli), así como temas sobre ciencia, saber y literatura. Su público, además, no era masivo, sino que estaba dirigido a los círculos intelectuales y letrados de la ciudad. Aún así, llegó a ser uno de los medios de comunicación más importantes de la Colonia en América Latina y entre sus plumas hubo futuros próceres, científicos e intelectuales como Antonio Nariño, José Celestino Mutis, Francisco Antonio Zea, Francisco José de Caldas y Pedro Fermín de Vargas, entre otros.

Los temas del periódico salían de las llamadas tertulias, que eran reuniones en las que los intelectuales y personalidades de la época se reunían en algún lugar para hablar sobre lo que ocurría en las colonias y en la metrópoli o para comentar las noticias que llegaban del resto del mundo. El propio Manuel Socorro Rodríguez, una figura fundamental para el periodismo y para la vida intelectual en Colombia, tenía una llamada la tertulia Eutropélica, y Antonio Nariño, por su parte, creó otra, a la que llamó ‘El Arcano Sublime de la Filantropía’.

Nariño, de hecho, el que continuó con otras publicaciones que, poco a poco, fueron tomando un carácter más crítico frente a la situación de las colonias y el papel del Imperio Español. La más conocida fue la traducción al español de la Declaración de los Derechos del Hombre (publicada y distribuida por él en 1793), un documento prohibido por el Rey, que le valió la prisión. Y más adelante, en 1811, lanzó La Bagatela, un semanario político en el que defendía su visión centralista de la nueva república independiente y criticaba al gobierno de entonces y su visión federalista.
Fue un abrebocas de lo que sería el periodismo en el siglo XIX en Colombia: uno muy ligado a los partidos políticos y las ideologías. De hecho, casi todos los periódicos que se fundaban y circulaban por las ciudades de Colombia defendían abiertamente a los partidos Liberal y Conservador, y sus lectores asiduos eran los militantes de cada uno de esos partidos. Eso seguía siendo así a comienzos del siglo XX y, de hecho, muchos de los periódicos que hoy sobreviven nacieron afiliados a algún partido político como El Espectador, El Tiempo, El Colombiano, Vanguardia Liberal o El Siglo..
La llegada y la masificación de la radio, a mediados del siglo XX, cambió la dinámica del periodismo. La inmediatez se convirtió en la regla y las audiencias aumentaron. El periodista ya no solo les llegaba a las personas que sabían leer y que tenían acceso a los periódicos, sino incluso a quienes nunca habían cogido un libro y a quienes vivían en las zonas más remotas del país. El Frente Nacional -el acuerdo político entre liberales y conservadores que puso fin a La Violencia- también cambió las cosas, porque los principales periódicos empezaron a tomar una postura menos partidista y más a favor del establecimiento y de las instituciones democráticas.

Esa situación, como explica la enciclopedia del Banco de la República, tuvo dos efectos: por un lado, “el periodismo entendió que debía ser un vehículo de las ideas democráticas, más no de los idearios partidistas o de informaciones; su compromiso, entonces, se dio con la defensa del régimen democrático y en contra de los fanatismos”.

Pero esto, sin embargo, “generó un vacío en la memoria de una generación de colombianos respecto a los asesinatos selectivos, las expropiaciones y los desplazamientos forzados de la llamada época de La Violencia”. Y también “permitió que el sistema político mantuviera la estructura bipartidista, excluyendo los intereses de grupos de campesinos, colonos, indígenas y, en general, comunidades alejadas del centro del país”.

La televisión, que había llegado en los años 50, se convirtió luego en el medio para informarse por excelencia. Al sonido, que ya se había popularizado con la radio, se le sumó la imagen, que cambió la forma en la que se veían las noticias.

Ya entrados al siglo XXI se han dado dos fenómenos: la venta de muchos de los medios masivos, históricos y tradicionales a los grandes conglomerados económicos, y la irrupción del internet y las redes sociales, que cambiaron nuevamente la forma en la que el público se informaba y democratizaron las voces, aunque también le han abierto la puerta a otros desafíos como la polarización extrema causada por los algoritmos de las redes y la proliferación de noticias falsas.

Hoy, el periodismo intenta sobrevivir en medio de apuros económicos, el poder de los grupos económicos que son dueños de los grandes medios y los medios independientes, que aprovechando la puerta que abrió el internet, intentan informar con independencia mientras buscan formas de mantenerse.

 

… En algunos establecimientos educativos de la ciudad de Popayàn sufren del problema del racismo inclusive con menores de edad. Preocupa que situaciones de esa naturaleza se vengan dando en la ciudad blanca. Nos comenta un padre de familia bastante molesto que su pequeño hijo recibió un ròtulo peyorativo en el jardín infantil, “Cofre de sorpresas”, ubicado en el norte de Popayàn por la vìa al Bosque. La denuncia se formulò ante la secretaría de educación municipal y ante el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para que se investigue y se sancione al responsable. En ese jardín parece que hay varios niños con el nombre de “Mathìas” y a la profesora se le ocurrió en vez de colocar una etiqueta neutral para identificar la pañalera de los menores, a uno de ellos le escribiò «Mathias Negro».  Dicen que hubo disculpas de la directora pero al parecer hay otros antecedentes. El tema debe aclararse.

 

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Editorial:  Hoy domingo 9 de febrero se celebra en Colombia el Día del Periodista, una fecha que invita a reflexionar sobre la situación del periodismo en el país y los desafíos que enfrenta en el contexto actual. A pesar de la proliferación de facultades de comunicación social, las redacciones de los medios tradicionales se han ido vaciando y el oficio ha sido reemplazado en muchos casos por la inmediatez de las redes sociales. La crisis del modelo de negocio de la prensa, el auge de la desinformación y la precarización laboral han debilitado la profesión, poniendo en riesgo el derecho de la ciudadanía a recibir información veraz y de calidad.

En Popayán y el Cauca, el periodismo enfrenta retos aún mayores. La violencia contra comunicadores, las presiones de actores políticos y económicos, y la falta de independencia de algunos medios dificultan el ejercicio de un periodismo crítico y responsable. Muchas veces, las noticias se reducen a boletines oficiales o también a la información copiada y pegada sin contexto ni investigación. Esto genera una desconexión entre los medios y la realidad de las comunidades, que ven cómo sus problemáticas no son abordadas con profundidad.

Para ser un buen reportero en esta era digital, no basta con saber redactar o manejar herramientas tecnológicas. Se requiere un compromiso con la veracidad, la investigación rigurosa y la ética profesional. Es fundamental verificar la información antes de publicarla, contrastar fuentes y no caer en la facilidad de difundir rumores o contenido manipulado. Además, el periodista debe conocer el contexto en el que trabaja, entender las dinámicas sociales y políticas de su entorno y mantener una mirada crítica frente a los discursos oficiales.

El desafío también pasa por recuperar la confianza del público. En un momento en el que el periodismo es cuestionado y en el que las redes sociales han democratizado la producción de contenidos, los medios deben diferenciarse por la calidad y profundidad de su trabajo. Esto implica apostarle a formatos de periodismo de investigación, crónicas y reportajes que vayan más allá de la inmediatez y brinden información que permita a la ciudadanía comprender su realidad y tomar decisiones informadas.

En definitiva, el periodismo en Popayán, el Cauca y Colombia necesita fortalecer su independencia, adaptarse a los nuevos formatos sin sacrificar la rigurosidad y garantizar que la información no se limite a repetir comunicados oficiales. Sin periodistas comprometidos con la verdad y la investigación, la sociedad queda expuesta a la manipulación y la desinformación. Es momento de reivindicar la profesión y evitar que el oficio de informar se reduzca al simple acto de copiar y pegar.

 

 

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Columnista Invitado: Clìmaco Eduardo Nates Lòpez.

La trans-misión del “Con(s)ejo de mini-stros…

Debo confesar que, a veces, el teclado de mi computador me juega malas pasadas y me obliga a hacer aclaraciones sobre lo que aparece escrito. En este caso me corresponde explicar varias expresiones: 1.) Donde dice “trans-misión” no se trata de la “misión” de la modelo “trans” que se coló en la comitiva presidencial en Ciudad de Panamá hace unos meses. Léase: “transmisión”, es decir, la difusión televisada de la reunión del “Sainete” (Léase: Gabinete) de la semana pasada en la Casa de Nariño. 2.) La palabra “Consejo” es como se le llama a la reunión de los ministros del despacho. Pero salió escrito con esa “S” entre paréntesis para significar “Conejo,” que, según dijo Petro, es el que les están poniendo los ministros al país, pues de 196 compromisos han incumplido 149 (el 76%). (Un cumplimiento del 24%, y quedan 17 meses de gobierno…) Y 3.) Dice “mini” porque la categoría de esos personajillos da para esa calificación: … “tamaño mini”…

Hechas las anteriores aclaraciones, entremos en el análisis de la catastrófica reunión: No podría precisar si se torna desagradable, desafiante o sospechosa la defensa a sangre y fuego de Armando Benedetti, que monta el presidente Petro, abiertamente en contra de sus alfiles más leales. Desagradable porque nadie ignora la “calidad” personal del cuestionado político, hoy Jefe de Despacho de la Presidencia. Basta saber que a tres días de la presentación ante el Gabinete Ministerial, sería imputado por la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia. Para cualquier gobernante serio, eso es suficiente motivo para no llevarlo a semejante cargo. Pero a ese antecedente falta sumarle unas noticias de prensa que hablan de más de siete procesos en contra de él; además de los odiosos actos de violencia contra su esposa (con un cuchillo en un restaurante de Madrid, peligro del que la socorrieron los meseros) y otras “perlas”, como las declaraciones, que conmovieron al país, sobre los oscuros dineros (conseguidos por él) que financiaron la campaña presidencial… ¿Será que a alguien le parece despreciable este “menú delictuoso”, y que, al contrario, lo habilita para ejercer el cargo más cercano al Presidente de la República? Desafiante porque ante las críticas más acervas de los miembros de su gabinete, prefiere despreciarlos y rasgarse las vestiduras a favor del nuevo funcionario cuestionado hasta donde no más… Y sospechoso, porque el país entero se pregunta “¿Qué será lo que le debe Petro a Benedetti?”. (No olvidemos incluir el nombre de Laura Sarabia, para completar el trío)

No sería equilibrado desconocer que en medio de la reunión del “Sainete Presidencial” hubo voces valerosas como la de la Vicepresidente Francia Márquez y la Ministra Muhamad  que con “ojo lloroso” le reclamaron a Petro la desfachatez de enrostrarles a Benedetti. Inclusive un funcionario como Jorge Rodríguez que llevaba apenas seis días en el cargo de Director del Departamento Administrativo de Presidencia, DAPRE, decidió salir corriendo ante la bravata desencajada de su viejo amigo y copartidario Gustavo Petro, enajenado por la emoción de tener cerca al exembajador en Venezuela y en la FAO.

Lamentablemente, el experimento de transmitir las reuniones de alto nivel, acabó con la supuesta muestra de transparencia que quería dar el gobierno y con la poca credibilidad que le quedaba; Y dejó heridas incurables entre los integrantes del Sainete Ministerial. Además, mucha curiosidad entre los ciudadanos y un temor generalizado (envuelto en curiosidad morbosa) al prender el televisor, cuando haya reuniones en la Casa de Nariño, al mejor estilo de los Realities que están de moda…

Lo único positivo de esa aciaga reunión fue confirmar la precariedad del equipo que nos gobierna… (De ello dan cuenta los muy pobres resultados) y el “tierno ambiente” de trabajo que se respira entre los miembros del gabinete (con un “te amo” masculino incluido…). Es evidente que Petro ha decidido finalizar su lamentable periodo con los de “su gallada” y poco le preocupa que a su cercano proveedor, la Corte Suprema lo ponga a buen recaudo, porque ante semejante ausencia, él sabe que el tinto y las demás vituallas le llegarán del Palacio de San Carlos, pues su nueva inquilina también de eso sabe…

 

 

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