En el marco de la conmemoración de la Semana Mundial del Agua, que se realiza entre el 25 y 29 de agosto, el Gobierno Nacional, por medio de la Comisión de Regulación del Agua y Saneamiento Básico (CRA), viene consolidando una agenda que defienda el agua por su valor para la vida y no como mercancía.
En este sentido, la CRA lideró recientemente la construcción de un manifiesto, cuyo punto de partida fue el encuentro El Agua como Bien Común, el cual arrojó un decálogo elaborado con la participación de comunidades indígenas, organizaciones campesinas, autoridades del sector de servicios públicos y expertos internacionales.
Se trata de un manifiesto por la defensa del agua como bien común, con iniciativas que buscan que la prioridad sea cuidar el ciclo del agua y replantear el papel de las instituciones, así como redefinir la regulación del sector.
La directora ejecutiva de la CRA, Ruth Quevedo, explicó que “la propuesta es un llamado claro y contundente desde las comunidades para construir las soluciones que necesita el país en materia de acceso al agua apta para consumo, teniendo en cuenta que actualmente 367 municipios tienen problemas de escasez”.
Nelly Mogollón, miembro de la CRA, resaltó el papel de las comunidades en el cuidado y suministro de este bien: “Desde esta entidad, que es la máxima autoridad regulatoria del sector, se está liderando una iniciativa para articular acciones encaminadas a fortalecer la participación de las organizaciones comunitarias en la gestión del agua potable”.
En un comunicado, la entidad informó que “el propósito del Gobierno del Cambio es fortalecer esas redes de prestación comunitaria, para mejorar la calidad de un servicio que es determinante para la superación de la pobreza y para la calidad de vida de las comunidades rurales”.
Se estima que en el país actualmente hay alrededor de 30 mil acueductos o sistemas de abastecimiento para atender las necesidades del servicio en las zonas rurales.
La Semana Mundial del Agua 2024, que este año tiene como lema ‘Uniendo fronteras: agua para un futuro pacífico y sostenible’, centra sus esfuerzos en la búsqueda de soluciones a los conflictos por el acceso al agua en el mundo y promueve una acción conjunta de los países en la gestión de cuencas transfronterizas que recorren varios territorios.
Agua y crisis climática
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), más del 80% de los conflictos en América Latina y el Caribe están asociados con el agua, a pesar de ser esta una de las regiones con mayor disponibilidad de agua dulce del Mundo.
Frente a la escasez de agua que ha vivido el país, por fenómenos relacionados con el cambio climático, el presidente Gustavo Petro ha instado a los gobiernos locales y comunidades a buscar soluciones: “Todo municipio con estrés hídrico, donde el agua no abunda, debe recoger aguas lluvias. Para eso la humanidad se inventó algo que llamamos aquí (en La Guajira) los jagüeyes, agua para los animales, para el ganado, en el caso de La Guajira para los chivos”.
Por tanto, agregó, “los municipios deben guardar aguas lluvias. Las familias, ojalá, puedan hacer lo mismo, comprar tanques. Se puede recoger aguas y alistar la priorización del agua potable para su uso, que es el uso humano”.
Otra de las propuestas que ha hecho el mandatario y que quedó consignada en el Plan del Desarrollo ‘Colombia potencia mundial de la vida’ es reorganizar el territorio alrededor del agua y volver a la sabiduría de las comunidades que habitaban las regiones, desde tiempos ancestrales, y aprender de su forma de manejar el agua.