En la madrugada del 27 de abril, hombres de las disidencias de las Farc al mando de “Calarcá” emboscaron una patrulla, asesinaron a siete uniformados y secuestraron a cinco más, que fueron liberados horas más tarde.
En su momento, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, indicó que se estaba revisando la información relevante del atentado en un comité especial del Gobierno nacional, en el que se terminaría de “recolectar toda la información y con base en ese informe el miércoles se tomará una decisión” sobre la continuidad o no de la tregua con el grupo armado.
Sin que se expongan detalles de la investigación y con el cese al fuego con las disidencias de “Calarcá” terminado, al interior de las Fuerzas Militares se tomaron decisiones drásticas tras el hecho registrado en Guaviare.
Se trata del relevo de sus funciones de cinco altos oficiales, entre ellos el comandante de la Brigada 22 del Ejército, el coronel Néstor Augusto Corzo; el jefe mayor y el oficial de operaciones de esa brigada; el comandante del Batallón de Infantería número 19 Joaquín Paris, el teniente coronel Andrés Gabriel Cardona Nieto y el jefe de operaciones de ese mismo batallón.