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Asesinato de alias La Diabla: se conoció el lugar donde los sicarios compraron la moto y nuevos detalles de las cámaras de seguridad

Versión Infobae.

El asesinato de Zaida Andrea Sánchez Polanco, conocida como La Diabla y vinculada a la investigación de la masacre de la familia de un pastor cristiano en Aguachica (Cesar), sigue dando de qué hablar.

Con el paso de los días, se han conocido nuevos detalles sobre el caso, en el cual la mujer fue atacada por un sicario el 22 de enero en las afueras de un hotel en Medellín (Antioquia).

Uno de los elementos clave en la investigación ha sido la motocicleta utilizada en el crimen. Durante una audiencia realizada recientemente, la Fiscalía General de la Nación señaló que el vehículo fue adquirido de manera informal en una zona conocida como Carabobo, ubicada en el centro de la capital antioqueña.

De acuerdo con las declaraciones presentadas por el ente investigador, este sector es reconocido por la frecuente compraventa de vehículos bajo condiciones irregulares.

De esta manera, la Fiscalía destacó que, gracias a grabaciones de cámaras de seguridad y testimonios recopilados, fue posible identificar el establecimiento comercial donde se realizó la transacción.

El testimonio de un testigo clave afirmó que dos sujetos adquirieron una motocicleta por $1.900.000, el mismo vehículo que habría sido utilizado para ejecutar el crimen y facilitar su huida. “Allí arribaron dos personas quienes estaban buscando una motocicleta cuyo presupuesto no superara los dos millones de pesos”, aseguró el testigo.

Las autoridades han identificado a José Gregorio Morgado Herrera y Estarlin Morgado Herrera como los principales sospechosos de un homicidio que, según la Fiscalía, fue planeado con un alto grado de organización. Según informó la Fiscalía, los sospechosos visitaron en varias ocasiones un establecimiento comercial en busca de una motocicleta cuyo precio no superara los $2.000.000.

Durante las negociaciones, eliminaron la participación de un intermediario que cobraba una comisión de $100.000, logrando finalmente adquirir el vehículo por un precio reducido. Este detalle, según las autoridades, evidencia la premeditación del acto, pues los implicados habrían tomado medidas específicas para garantizar su movilidad tras el ataque.

El testigo que presenció la compra de la motocicleta ofreció una descripción detallada de los dos hombres involucrados. Uno de ellos, de piel trigueña, medía aproximadamente 1,75 metros, tenía una complexión media y vestía una camiseta azul rey con estampado de letras blancas y jeans azules. Según el testimonio, este individuo hablaba con un acento que podría ser costeño o venezolano.

El segundo hombre, de menor estatura y piel más clara, tenía el cabello teñido de amarillo, una complexión delgada y vestía una camiseta roja. Este último permaneció en silencio durante la mayor parte de la negociación, salvo para afirmar: “Si no nos la vende en un millón 900, no la compramos”.

La Fiscalía destacó que estos detalles no solo permiten identificar a los sospechosos, sino que también refuerzan la hipótesis de que el crimen fue planeado con antelación. Según consignó el ente investigador, “hicieron todo lo necesario para obtener el vehículo en el que se movilizarían y todas las labores cercanas al lugar para asegurar su huida del lugar y la impunidad de su comportamiento”.

Además de los dos hombres identificados, la Fiscalía confirmó la participación de un tercer individuo, quien habría sido el encargado de disparar contra Zaida Andrea Sánchez Polanco.

Aunque su identidad aún no ha sido plenamente establecida, las autoridades trabajan para determinar su vínculo con los otros sospechosos y su posible relación con estructuras criminales. Según las investigaciones, este tercer sujeto fue quien ejecutó el ataque, mientras que los otros dos habrían colaborado en la planificación y logística del crimen.

La fiscal del caso destacó que este tipo de homicidios, caracterizados por su alto grado de planificación, requieren un análisis exhaustivo para determinar si existen conexiones con grupos criminales que operan en la ciudad.

Estamos frente a un homicidio con un alto grado de organización. Es fundamental determinar si estos sujetos actuaron bajo órdenes de terceros o si pertenecen a una estructura criminal más amplia”, enfatizó la fiscal.

En este sentido, las autoridades continúan recopilando evidencia y esperan emitir nuevas órdenes de captura en los próximos días.
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