EFEBogotá
El año comenzó de la peor manera en Arauca, un departamento de los llanos orientales colombianos que limita con Venezuela. Esta zona, que ha sido históricamente manejada por las guerrillas, pero que desde el acuerdo de paz con las FARC parecía apaciguada, la pasada semana vivió la masacre de 27 personas.
En muchos pueblos de Arauca, las pintadas de la guerrilla del ELN se intercalan en la fachada con las de las FARC, en una exhibición histórica de las insurgencias para dejar claro que aún están ahí, que nunca se han marchado.