Diversas reacciones en el Cauca por el nuevo salario mìnimo vital que decretò el gobierno del presidente Gustavo Petro. Para los gremios productivos hay preocupaciòn por las consecuencias en el empleo y en la inflaciòn. E
El consejo gremial y empresarial del Cauca dio a conocer el siguiente comunicado frente a esa decisiòn unilateral del gobierno del cambio: El Consejo Gremial y Empresarial del Cauca manifiesta su preocupación frente al anuncio del Gobierno Nacional sobre el incremento del Salario Mínimo Legal Mensual Vigente en un 23,7%, que fija un ingreso total de $2.000.000, compuesto por un salario base de $1.746.882 y un auxilio de transporte de $253.118. Si bien se reconoce el propósito social de esta medida, sus efectos económicos deben analizarse con responsabilidad, especialmente en regiones con alta fragilidad productiva como el departamento del Cauca.
En el Cauca, el mercado laboral presenta condiciones estructurales complejas: la informalidad laboral supera el 55% y el desempleo se mantiene por encima del promedio nacional. Esta realidad limita la capacidad de las empresas para absorber incrementos abruptos en los costos laborales, afectando de manera directa a las micro, pequeñas y medianas empresas, que son alrededor del 98% del total de las empresas formales de la región, que sostienen gran parte del empleo formal.
El impacto sobre los emprendimientos es particularmente preocupante. El aumento de los costos mínimos de contratación reduce los incentivos para la creación de nuevas empresas, empuja iniciativas productivas hacia la informalidad y frena procesos de consolidación empresarial, afectando la innovación, el empleo juvenil y el desarrollo económico local.
Desde el Consejo Gremial y Empresarial del Cauca consideramos que estas medidas adoptadas por el Gobierno Nacional resultan irresponsables y desconectadas de la realidad económica y de la competitividad del país. El incremento anunciado desconoce las profundas asimetrías regionales, la fragilidad del tejido empresarial en amplias zonas del territorio, sumado a las prestaciones sociales, el cambio en la jornada nocturna, convirtiéndose en demasiadas cargas para los empresarios.
Este incremento sin duda desencadenará en reducción de puestos de trabajo, cierre de establecimientos y presiones inflacionarias, que terminan deteriorando el poder adquisitivo de los hogares y profundizando las brechas sociales existentes.