Con el propósito de fortalecer la prevención de embarazos en adolescentes desde los entornos educativos, la Alcaldía de Popayán implementó la estrategia ‘Escuela para Orientadores: Guías del Futuro’ en la Institución Educativa Las Huacas. La actividad hizo énfasis en que la protección de niños, niñas y adolescentes no es tarea individual, sino un esfuerzo conjunto entre docentes, familias e instituciones.
Durante la jornada, los maestros participaron en espacios de formación sobre educación sexual integral, construidos en alianza con la Fundación Mi Cuerpo, Min Krop. La articulación con aliados fue clave para consolidar el proceso. Carolina Benavides, representante de la fundación, resaltó que “La educación sexual integral debe abarcarse no solamente por parte de la familia, sino también por parte de la institución. Es bueno que los docentes estén capacitados y puedan incluir el tema en su área”.
Para José Antonio Contreras, rector de la institución, esta visita tuvo un significado especial: “Estamos haciendo un taller de orientación y capacitación a los docentes sobre educación sexual. […] Estamos aprovechando precisamente esta articulación, que la consideramos muy importante, en el evento en que los docentes son los que tienen relación directa con los estudiantes y con los padres de familia. Se agradece la vinculación de la zona rural, precisamente porque son espacios que poco tienen acceso a algunas entidades”.
El compromiso de los docentes quedó en evidencia en cada reflexión compartida. Mario Enríquez, profesor de Ciencias Naturales, expresó que la formación en estos temas no debe quedarse en unas pocas manos: “La educación sexual integral no debe ser solamente del docente de Ciencias Naturales ni de la enfermera o la psicóloga. Hoy estamos apuntando a la transversalidad; el profesor de Sociales, de Matemáticas o de Física también puede hablar de estas temáticas con un poco de creatividad, de manera que esta temática llegue mucho más a nuestros jóvenes y así evitemos embarazos prematuros”.
Esta jornada, más que una capacitación, fue un encuentro de convicciones en el que los docentes salieron con más herramientas, pero sobre todo con la certeza de que cada palabra, cada conversación y cada gesto puede marcar la diferencia en la vida de un adolescente. La protección empieza en el aula, pero se multiplica cuando hay voluntad de escuchar.