El gobernador del Cauca, Jorge Octavio Guzmán, se pronunció con firmeza tras el secuestro de nueve funcionarios y contratistas de la Gobernación departamental por parte de disidencias de las Farc en el municipio de López de Micay, calificando el hecho como una “clara violación al Derecho Internacional Humanitario”. Según el mandatario, las personas retenidas no hacían parte de operaciones militares ni representaban amenaza alguna, sino que adelantaban una misión institucional para llevar servicios a comunidades en condiciones de vulnerabilidad.
“Los funcionarios y contratistas secuestrados son civiles, padres, madres, hijos, hermanos, que solo buscaban servir a las comunidades más necesitadas del Cauca”, expresó Guzmán. En ese sentido, hizo un llamado urgente al Comité Internacional de la Cruz Roja y a las organizaciones defensoras de derechos humanos para que acompañen este momento crítico y se movilicen en favor de la vida y la libertad de los retenidos.
El gobernador recalcó que este acto violento atenta contra la institucionalidad y profundiza la crisis humanitaria que se vive en el departamento. “La institucionalidad no puede ser confundida con la guerra, ni los servidores públicos convertidos en rehenes”, afirmó con contundencia, al tiempo que pidió al presidente Gustavo Petro, al Ministerio del Interior y a la comunidad internacional rodear esta exigencia humanitaria.
Finalmente, Guzmán subrayó que la construcción de la paz no puede darse sin el respeto por la vida y por quienes trabajan desde el Estado para atender a la población más necesitada. “Desde el Cauca exigimos su liberación inmediata. La paz se construye con respeto a la vida”, concluyó.